REPÚBLICA DOMINICANA DE LUJO

ITINERARIO

DÍA 1 – CIUDAD DE ORIGEN-REPÚBLICA DOMINICANA

Salida en vuelo con destino a Punta Cana o Santo Domingo. A la llegada, uno de nuestros representantes te estará esperando para realizar el traslado al hotel en servicio privado. Comenzarás a disfrutar de las instalaciones de tu hotel en una de las mejores zonas de playa del Caribe. Bien en la zona de Punta Cana o en la de Bayahibe / La Romana disfrutarás de las cálidas aguas del Mar Caribe.

DÍA 2 – REPÚBLICA DOMINICANA

Días libres a tu disposición. Rodeada por el Océano Atlántico hacia el Norte y el Mar Caribe hacia el Sur, República Dominicana se enorgullece de contar con más de 1.600 km de costa y 400 km de las mejores playas del mundo. Aquí puedes bailar al ritmo contagioso del merengue, explorar antiguas ruinas, deleitarte con la mejor gastronomía dominicana, o vivir aventuras ecoturísticas en nuestros magníficos parques naturales, cordilleras, ríos y playas. Punta Cana, con una de las costas de arena blanca más largas del Caribe, un total de 48 kilómetros, acentuada con palmeras de coco que parecen llegar hasta el cielo. Aquí, donde el Océano Atlántico se encuentra con el Mar Caribe, desde el extremo norte en Uvero Alto al sur en Cap Cana. Es también un paraíso para los golfistas, con 10 campos de golf ubicados a lo largo de su costa. En La Romana, los campos de caña de azúcar conducen a preciosas playas de arena blanca desde Dominicus hasta Bayahíbe. Los bosques repletos de cuevas del Parque Nacional Cotubanamá albergan un montón de manantiales y arte rupestre taíno. En el mar, las islas Saona, Catalina y Catalinita contienen zonas de anidación de tortugas frente a impresionantes arrecifes de coral, mientras que naufragios repletos de vida marina descansan en el fondo de sus aguas. El pintoresco pueblo pesquero de Bayahibe se encuentra enmarcado entre hermosas playas llenas de cocoteros e innumerables manantiales, ubicado a unos 16 kilómetros de La Romana. Aquí, en las puestas de sol, el cielo se «viste» durante todo el año de diversas tonalidades que van desde el rosa, azul, naranja y rojo, uniéndose en el horizonte con las siluetas de los barcos pesqueros y catamaranes formando un espectáculo sensorial impresionante.